jueves, 17 de febrero de 2011

LA CRISIS ALIMENTARIA DE LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS DEL SIGLO XXI AVANZA .... LOS BOLIVIANOS SE NOS ADELANTARON ...!!!

HERRAMIENTAS
Foto: EFE/STRINGER/Archivo
La Paz, 17 feb (dpa) – La especulación y la crisis alimentaria, que se agudizó en los dos últimos meses han provocado un aumento de las importaciones agrícolas y el rebrote de la protesta callejera en Bolivia, que se materializará mañana en un paro declarado por la unitaria Central Obrera Boliviana.
“Las movilizaciones de la gente por el descontento con la subida de precios de los productos básicos y del transporte forman parte de un proceso de descomposición que el propio gobierno construyó. La falta de alimentos y los precios con tendencia al alza provocan una zozobra y desesperación en la gente”, señaló el economista Roberto Laserna.
La escasez de azúcar, la falta de harina para elaborar pan y elevados precios para la leche y la carne de pollo son ingredientes que a diario aumentan la crisis alimentaria y complican la gestión del gobierno de Evo Morales.
El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Mauricio Roca, recordó que en las tierras bajas del departamento de Santa Cruz se está produciendo cuatro millones de toneladas de granos al año, pero existen condiciones para producir hasta 10 millones.
A su vez, hay 2,2 millones de cabezas de ganado bovino, pero terreno para la crianza de unos 10 millones de reses.
La producción anual de azúcar en el oriente de Bolivia alcanza los 10 millones de quintales, pero la meta es producir 20 millones de quintales en los próximos años. Sin embargo, la zafra de 2010 tuvo déficit, por lo que la producción llegó apenas a siete millones de quintales, provocando un desabastecimiento agudo que se sintió en todas las ciudades del país.
A todo ello se sumó que la distribución de azúcar por la estatal Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) se complicó en exceso desde la fracasada elevación de los carburantes en un 83 por ciento en la Navidad de 2010.
Las empresas azucareras del sector privado denunciaron que el gobierno adquirió 450.000 quintales de azúcar en diciembre pasado. Cada quintal costaba 180 bolivianos (22 dólares). Ahora se vende a 345 bolivianos (45 dólares).
Para aplacar las incesantes protestas por la escasez de azúcar, el gobierno optó por importar de Brasil, Colombia y otros países unos 1,2 millones de quintales a través de la empresa estatal Insumos Bolivia.
También se autorizó por tres meses a empresas privadas y grupos de comerciantes la importación de azúcar con arancel cero, que fue adquirido en el sur de Perú y en la frontera con Brasil.
Las filas para comprar azúcar desaparecieron en las principales ciudades. Ahora hay, pero a precios altos.
Estamos viviendo así las autoridades quieran tapar el Sol con un dedo. Las consecuencias de las desacertadas políticas agropecuarias impulsadas por el gobierno y de la irresponsable elevación y posterior abrogación del incremento del precio de los carburantes”, destacó el miércoles el editorial del conservador diario “Los Tiempos”, de Cochabamba.
Un informe del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) destaca que las importaciones agroindustriales aumentaron en el gobierno de Evo Morales a 871.328 toneladas en 2007, casi igualando el nivel más alto registrado por la administración del general Hugo Banzer, de 893.218 toneladas en 2000.
Bolivia tiene 15 millones de hectáreas aptas para cultivos agrícolas, pero sólo se utilizan 3 millones de hectáreas. El Cedla recomendó producir más alimentos (oleaginosas, cereales y carnes) no sólo para garantizar la seguridad alimentaria, sino incluso para exportar el excedente.
El gobierno dispondrá unos 50 millones de dólares para la producción y acopio de alimentos para evitar una crisis alimentaria por sequía o inundaciones en las tierras bajas del este. Además proyecta utilizar unas 20.000 hectáreas para producir maíz, trigo y arroz para garantizar el abastecimiento de grano.
Pero los empresarios piden seguridad jurídica para las tierras productivas, ampliar la frontera agrícola, producción de alimentos a gran escala, libertad de exportación de soya, aceite, harina y maíz, además de acceso a tecnología moderna para la producción de alimentos a bajos costos.
“Uno de los principales problemas que ocasionan que la gente no invierta más en agropecuaria, a pesar de los excelentes precios actuales, se refiere a la inseguridad en los derechos de propiedad y a la incertidumbre en los derechos de comercialización de la producción”, advirtió Oscar Ortiz, ex presidente del Senado boliviano.
Ortiz remarcó que “una agenda productiva pasa por garantizar la propiedad privada, dar certidumbre sobre las condiciones de comercialización, crear condiciones de acceso al crédito para los productores y permitir el uso de biotecnología en la producción agropecuaria”.
Por Mario Roque Cayoja (dpa)

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