Celebrando 75 años de su
fundación
01/09/2012
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Atención a la Crisis Agroalimentaria
Quienes
suscribimos,integrantes de la XX Promoción de Ingenieros
Agrónomos“Dr.Felipe Gómez Álvarez”, egresados de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central
de Venezuela en Febrero de 1965, en el marco de la celebración
de los 75 años de la fundación de nuestra Facultad y conscientes de nuestra
responsabilidad profesionalconsagrada en el artículo 326 de la Constitución Nacionalvigente,nos
dirigimos al país a fines de dejar constancia de la preocupante realidad
agrícola nacional.
La evaluación
del comportamiento del sector durante el año 2011, revela en cifras[*]la
crisis que vive la agricultura nacional,lo cual impide garantizar la seguridad
alimentaria de la población, contribuir con el desarrollo armónico de la
economía y asegurar el progreso social de sus trabajadores.El fundamento para la evaluación a la que hacemos referencia, derivó
de fuentes de información tales como el INE, BCV, FEDEAGRO, FEDEARROZ, FESOCA,
FEDENAGA, Memoria y Cuenta MAT 2011, así como por la vivencia y experiencia de más de
47 años de integrantes de la Promoción, también se consideró la opinión crítica
de profesionalesde reconocida solvencia,
tales como Helio Campos Giral, Julio Navas, Daniel Osuna, Germán
Briceño, Rodrigo Agudo, Carlos Machado Allison yRamón Lozada, además de las
consideraciones surgidas en consulta con Asociaciones de Productores Agropecuarios
de diversas regiones del país. Los aspectos relevantes de dicha evaluación,
nos permiten aseverar lo siguiente:
a.
La producción agropecuaria nacional fue deficitaria, para satisfacer
la demanda de alimentos, sólo abasteció aproximadamente 50% de lo requerido.
La población
venezolana consumió un total de 18,5 millones de toneladas de alimentos. La producción de alimentosalcanzó 9,9
millones, obligando a una importación de 8,7milloneso sea 47% de las
necesidades alimentarias, a un costo de 7.415,5millones de dólares
estadounidenses (USD).
b.
El área sembrada para producir alimentos de origen vegetal, sólo
alcanzó 39% del total requerido.
El área
cosechada alcanzó a 1,52 millones de hectáreas (ha), para satisfacer la demanda
se requiere un mínimo de 3,9millones de hectáreas,
es decir se necesita una superficie 2,6 veces mayor a la actual. La superficie
sembrada, se ubicó como mínimo histórico desde el año 1978.
c.
El déficit de la producción de alimentos de origen vegetal alcanzó50
% del total requerido, la diferencia fue satisfechacon productos importados.
El consumo de
alimentos de origen vegetal ascendió a 15,67millones de toneladas (t); la producción interna llegó únicamente a 7,84 millones
(t) y se importaron 7,83millones (t),a un costo de 4.182millones (USD).
d.
La masiva importación de alimentos es consecuencia del abandono de
la agricultura.
La importación de alimentos de origen vegetal se correspondió con una
superficie nacional cosechada de productos de origen vegetal equivalente a 2,2millones
(ha). Los renglones con mayor déficit en superficie fueron: maíz blanco y
amarillo (834.000 ha), soya (562.000 ha), sorgo (332.000 ha) y caña de azúcar
(200.000 ha)
e.
La producciónanimal nacional cubrió la demanda local en
aproximadamente 68.6 %.,el déficit alcanzó a 33,4%, el cual fue compensado con
productos importados.
El consumo de
carne de vacuno, porcinos, leche, aves y huevos ascendió a 2,8millones (t), la
producción fue de 1,92millones(t),y se importaron 0,9millones (t), con un costo
de 3.233,4millones (USD).
Secontócon un
rebaño aproximado de 8,8 millones de animales adultos, conformado por 8,6
millones para producir carne y queso y 200.000 vacas productoras de leche. Los
requerimientos son de 15,2 millones de animales adultos, incluyendo 500.000 vacas en ordeño, es decir6,4 millones
de animales adultospor encima de la existencia actual.El consumo de carne de
pollo se ubicó en 1.248.000 toneladas, la producción en 993.192, que se correspondió
con 497 millones de cabezas beneficiadas; la importación ascendióa 254.800 toneladas,
con lo cual se cubrió aproximadamente 26% de lo requerido.
f.
La superficie de siembra bajo
riego ha estado subutilizada en más del 50%, en relación con la superficie
disponible.
Se estima que actualmente se utiliza una superficie bajo riego de
unas 406.592ha, el arroz ocupa 170.000 y la caña de azúcar 136.000, el resto de unas 100.000 ha, es ocupado por frutales y
hortalizas.A la fecha, la superficie bajo riego requerida para lograr un
abastecimiento razonable de alimentos se estima en el orden de 805.000 ha; por
lo tanto eldéficitdel área bajo riego utilizada,es deunas 398.000 hectáreas
adicionales.La capacidad instalada de embalses y represasdel país, de ser
utilizada a su máxima eficiencia, significaría adicionar una superficie productivade aproximadamente 400.000hectáreas,
lo que permite cubrir con creces las necesidades nacionales.
Es el momento de dedicar tiempo y recursos para analizar las
consecuencias de permanecer sin asumir correctivos. Las oportunidades para el
éxito de la agricultura, usualmente están asociadas a la presencia de buenas
condiciones climáticas y adecuadas políticas económicas que fortalezcan el
sector. No es correcto atribuir el fracaso de la producción agropecuaria solamente
a las condiciones climáticas adversas. Venezuela, de tomar un rumbo favorable
mediante acciones inmediatas y mediatas, pudiera posicionarse estratégicamente
como un suplidor confiable de productos alimenticios a escala mundial y
alejarse de la dependencia alimentaria amenazante.
Las causas de la actual situación del agro en el país, en la cual
pasamos de ser autosuficientes a importadores de rubros básicos,se ubican en
las políticas de Estado establecidas en los últimos quince años:
i.
En primer término, el abandono
a los cultivos tradicionales donde históricamente hemos sido eficientes y altamente
competitivos, café, cacao, arroz, caña de azúcar, es directa consecuencia del
manejo discrecional gubernamental de los recursos económicos y políticos más el
cúmulo de restricciones a la libre empresa en todos los ámbitos del país.
ii.
Seguidamente, la confiscación del
aparato productivo agropecuario mediante la aplicación de políticas deexpropiaciones
a fincas y fundos en producción permanente; en función de combatir compulsivamenteuna
malinterpretada posesión extensiva de tierras. Como consecuencia, se establece
la disminución de la actividad privada, no sólo en la cantidad de tierras ahora
manejadas por el Estado, sino por la desinversión a consecuencia del
desincentivo a la producción, lo cual repercute negativamenteen el volumen cosechado
localmente.
iii.
En tercer lugar, se observauna
infraestructura nacional en decadencia, que incrementa los costos de producción
a niveles irracionales, sumado a la imposibilidad del productor de recuperarlos
a consecuencia de los severos controles de precio, impidiendo el aumento de
producción a los niveles requeridos.
iv.
Finalmente, las políticas de
permisos legales y carteras crediticias retrasan todos los procesos de un
sector que depende en mucho de las oportunidades presentadas por las
condiciones climáticas. La actual burocracia nacional obliga a desperdiciar oportunidades o a sub-utilizarlas
al no obtener los recursos financieros e industriales a tiempo para las
inversiones correspondientes.
En función de lo
anteriornos permitimos señalar los cambios más importantes que deben producirse
para rescatar la producción y productividad del sector, de manera de ser
competitivos en el mercado internacional y disminuir la brecha existente en la
balanza de pagos en materia agroalimentaria:
I.
Respetar y hacer respetar los
Artículos 112, 115, 116 y 299 de la Constitución Nacional vigente que garantiza:
el libre ejercicio de la actividad económica, el derecho de propiedad, la no
confiscación de bienes y elsistema económico y desarrollo agrícola respectivamente.Sólo
mediante el otorgamiento de títulos de propiedad sobre la tierra,al poseedor
legal de la misma, se podrá generar el incentivo en la población para revertir
la desinversión privada y reinsertar las tierras productivas en los rubros que
cada productor considere económicamente viable, dentro de las prioridades que
el Estado establezca.
II.
Corregir la dispersión de la
organización institucional del sector agrícola nacional. Se requiere de la
simplificación de procesos legales para la producción, comercialización,
transformación y distribución de alimentos de manera de reducir los costos
asociados y facilitar las decisiones de consumo a la población, mediante una
mayor oferta de productos agrícolas y pecuarios.
III.
Reunir nuestro mejor talento nacional para abordar
sin demora la elaboración de un Plan Estratégico de Desarrollo Agrícola
Nacional a largo plazo, donde se
establezcan acciones y prioridades de
gestión a corto, mediano y largo plazo, a manera de una propuesta para el
desarrollo de una Agriculturasustentable que asegure la soberanía alimentariade
la población. La propuesta citada debe contar con el apoyo, consulta y
participación de los actores clave, en lo político, docente, investigación,
transferencia tecnológica, comercio y transformación.
IV.
Impulsar la preparación y
capacitación de recursos humanos, en forma perentoria,a la investigación
agrícola y transferencia de tecnología que garantice la sustentabilidad
ecológica, la consolidación del medio rural, lafortaleza económica y competitividadcomercial
del sector.
V.
Eliminar las restricciones de
producción sobre tierras y dejar la decisión de siembra en el agricultor.
VI.
Establecer un plan de inversión
en el rescate de la infraestructura vial e hidrológica, que permita la ampliación
de la superficie de tierras hábiles para la producción agrícola y pecuaria y la
reducción de costos de traslado de la producción a los centros de procesamiento
y comercialización.
VII.
Facilitar los elementos de
comercialización de insumos para la producción, sin restricciones arancelarias
o impositivas. Es necesario entonces, que el Estado sólo actúe como promotor de
actividades agrícolas y se retire de toda comercialización directa de
productos, insumos y maquinarias agrícolas.
VIII.
Mejorar las transacciones
financieras del sector, corrigiendolas limitaciones actuales, incluyendo controles
de precio, la indisponibilidad de divisas para compra de insumos y maquinarias,
las carteras crediticias bancarias y los permisos de producción. Sólo mediante
la libre transaccionalidad en la economía es posible agilizar el retorno de la
inversión privada en el campo venezolano.
IX.
Adecuar todas las normativas
gubernamentales a los acuerdos de inserción internacional, en particular con la
CAN y MERCOSUR, para facilitar el intercambio comercial y aumentar la oferta de
productos para la población, dejando en ella la decisión de compra del producto
que mas le convenga.
Comprometidos
con la agricultura nacional y con Venezuela toda, continuaremos atentos a las
políticas y estrategias que el Estado implemente en función de garantizar la
seguridad agroalimentaria de la población.
Maracay,Septiembre 2012
Firmas.
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