lunes, 14 de mayo de 2012

VOLCAN SUBMARINO FILMADO...


El ascenso y caída de un volcán submarino, captado por primera vez

Científicos lograron captar por primera vez con total claridad imágenes de la explosión y el colapso de un volcán submarino en el Océano Pacífico.
Investigadores que estudian el volcán Monowai, cerca del archipiélago de Tonga, registraron grandes cambios de altura en tan solo dos semanas.
Las imágenes, recogidas por medio del sistema SONAR, o navegación por sonido, arrojan nueva luz sobre las características de las montañas submarinas.
Detalles de los hallazgos, hechos el año pasado, aparecen en la revista Nature Geoscience.

Dinamismo

"Cualquier movimiento en el fondo marino tiene el potencial para crear un tsunami"
Tony Watts, Universidad de Oxford
Tony Watts, de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, le dijo a la BBC que la investigación representa "una llamada de atención de que el fondo marino puede ser más dinámico de lo que pensábamos".
"He dedicado mi carrera a estudiar el fondo del mar y, en general, pensamos que es bastante estable, por lo que resulta impresionante ver tantos cambios en tan corto tiempo", explicó Watts.
Hasta 32.000 montañas submarinas han sido identificadas en todo el mundo y se estima que la mayoría tiene origen volcánico.
Varios miles de esos volcanes puede estar activos, pero una combinación de la profundidad del océano y la lejanía implica que muy pocos han sido estudiados.
Esta investigación sobre el volcán Monowai ofrece una nueva visión de un aspecto poco conocido de la geología submarina.

Actividad violenta

Tonga
El volcán está ubicado cerca del archipiélago de Tonga.
Monowai fue visto por primera vez desde un avión en 1944.
Estudios de años siguientes hallaron evidencia de una transformación significativa, con rasgos de actividad sísmica como cambio de coloración en las aguas.
Entre 1978 y 2007 se detectaron repetidos ascensos y disminuciones de la cumbre del volcán.
Este último análisis se comparó con imágenes tomadas el 14 de mayo y el primero y 2 junio del año pasado y los expertos notaron que incluso en ese corto período el volcán había sufrido una transformación.
A bordo del buque de investigación R/V Sonne, los científicos vieron por primera vez que el mar sobre el volcán se había tornado de un color amarillo-verdusco con burbujas de gas que subían a la superficie.
En palabras de Watts, el gas despedía un olor desagradable "como de huevos podridos".
Tres días más tarde, el equipo de especialistas recibió advertencias de que los detectores sísmicos en las islas Cook habían localizado una actividad violenta alrededor del volcán durante un período de cinco días.
"Si hubiéramos estado sobre el volcán durante la erupción, las rocas podría haber golpeado el casco de la nave, lo cual es potencialmente peligroso".

Nuevo cono

Cuando el barco regresó al lugar, los científicos se sorprendieron al ver lo mucho que el volcán había cambiado.
En quince días, una parte de su cima se había desplomado hasta en 18,8 metros mientras que flujos de lava habían creado un área de 79 metros.
Lo más sorprendente fue la aparición de un nuevo cono volcánico.
Los investigadores creen que los cambios experimentados por el Monowai son más grandes que los vistos en otros volcanes.
Sólo el Vesubio y el monte Santa Helena han registrado mayores tasas de crecimiento.
La investigación sostiene que la velocidad del crecimiento y del cambio es "un recordatorio de la rapidez con la que los procesos geológicos, como deslizamientos submarinos y actividad volcánica, pueden ocurrir".
"Cualquier movimiento en el fondo marino tiene el potencial para crear un tsunami", manifestó Watts.
Según él, "un sismo de repente disloca el fondo del mar. En este caso, una perturbación violenta duró cinco días, lo cual podría ser demasiado poco para desencadenar un tsunami, pero es algo que no se sabe"

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